jueves, 2 de noviembre de 2017

Siento cosas mientras el cuerpo me pide escribir

Siento cosas extrañas.
Estoy en un triángulo amoroso y casi no me doy cuenta de lo que ello conlleva.
El cuerpo me pide teclear en el portátil; me pide Glee.
Mis ideas tienen complejo de bebé en el embrión. Constantes patadas, incesantes, que me exigen su alumbramiento en el blog.
Teorías del pasado examen de filosofía que se desvanecen dejando espacio a las borrascas térmicas de geografía.
Intentos de escribir poéticamente la realidad. Desorden.
Provocar el casamiento de Felipe V y su abuela María Teresa, por error.
Un lenguaje con demasiadas "monerías".
Más y más cereales que agolpados en el vaso forman un cielo de estrellas y planetas flotantes en mi pequeña "vía Láctea".
Pupilas que se dilatan con la cautivadora declaración de intenciones de nuestro malagueño en "Prometo".
Minutos pasando rápido, en un ambiente perfecto, hasta que un anuncio interrumpe mi cita con la música.
Y de repente, clic. Publicado.